“Según los expertos, los contadores están entre los profesionales mejores pagos de la rama de Económicas. En puestos directivos pueden llegar a los $800.000.” Marysol Antón – Iprofesional- 22/06/2022
Hace poco vi esta publicación, donde dice que los contadores son los mejores pagos entre los profesionales en ciencias económicas y que ganan alrededor de $800.000 mensuales en puestos gerenciales.
Ahora bien, entiendo que muchos de los colegas lectores se asombraran por esta afirmación.
Me atreví a consultarles en una encuesta en Instagram de @estudiotaxation (si! en Instagram, amiguémonos con las redes y utilicémoslas inteligentemente!), y luego de un relevamiento de campo pudimos ver que más de 200 colegas respondieron que tienen ingresos por mes de entre 100 mil y 300 mil pesos. Lejos estamos de los 800mil mensuales ¿verdad?
“Se necesitan ingresos de casi 140 mil pesos para ser de clase media en la Ciudad de Buenos Aires.” dice Daniel Blanco Gómez- INFOBAE- 11 de abril 2022
Si además tenemos en cuenta la inflación, que la canasta básica cada vez se encarece más, y además, la que conocíamos como clase media, queda apenas agarrada de un péndulo con deudas y esperanzas de mejora económica, ¿Cómo lograremos como profesionales posicionarnos para realmente hacer rentable y reconocida nuestra labor?
Por eso es importante empezar por nosotros mismos. Por más que unos pocos tengan la suerte de tener ingresos altos, la mayoría sigue por debajo de la canasta básica, entonces, haciendo cálculos y otorgando un precio razonable comparando tiempo, experiencia y capacidad vertida en nuestro trabajo, podríamos lograr hacer rendir nuestro trabajo.
Si esperamos que fuentes externas lo mejoren, si esperamos que otros respondan por nosotros, que otros pongan valor a lo que hacemos, será en vano nuestro reclamo.
Si a esto le sumamos todos lo inconvenientes técnicos, las presiones de vencimientos, de las mil y una impericias del fisco, las exigencias propias y de clientes, los interminables cambios legislativos de último momento, las capacitaciones y especializaciones, los cambios de regulaciones fiscales que nos hacen trabajar hasta dos y tres veces más de lo necesario y que, en muchos casos, rozan el absurdo. ¿Cómo no parar la pelota y calcular el valor que tenemos y contárselo al resto del mundo?
Es necesario que enumeremos taxativamente nuestras tareas, consideremos su valor, poner un precio, armar presupuestos claros y concisos a nuestros clientes, delimitar funciones e incumbencias del caso, y comunicar continuamente nuestro aporte y lo beneficios que obtienen por nuestro asesoramiento.
Valorizar la profesión es parte de jerarquizarla, no es un todo, pero es fundamental. Es en lo que podemos ser protagonistas y resolver por nosotros mismos, es parte de la transformación que necesita la profesión de cada uno de nosotros.
Empecemos por nosotros mismos.