Finanzas personales: ¿Cómo descifrar una promoción?

Muchas veces las ofertas no muestran de manera evidente cuánto se está ahorrando y según expertos, existe un gran riesgo de subestimar la conveniencia de estas ofertas y percibirlas como más atractivas de lo que en realidad son.


Al momento de realizar una compra en un negocio, como lo es un supermercado, nos encontramos con una importante cantidad de ofertas que muchas veces son de difícil interpretación y que nos provocan una sensación de que son muy beneficiosas por lo elevado del porcentaje o por las unidades gratis que estamos adquiriendo. Pero ¿Hasta qué punto es real esto?

Hace unos días estaba haciendo unas compras en un supermercado de una conocida cadena y caminando por las góndolas observaba muchos carteles indicando promociones de 3×2, 6×4, 20% de descuento en productos de todo tipo y ello me dio a pensar lo complicado que es saber, pese a que parezca “fácil”, cuanto es el dinero que efectivamente se está ahorrando.

Y si, es una realidad que los descuentos no se presentan de manera clara y transparente. Muchas veces las ofertas no muestran de manera evidente cuánto se está ahorrando y según expertos, existe un gran riesgo de subestimar la conveniencia de estas ofertas y percibirlas como más atractivas de lo que en realidad son.

No es algo imposible ni utópico que los comercios puedan comunicar sus ofertas con un simple porcentaje de descuento que indique directamente cuánto menos pagaremos por los productos o servicios que ofrecen (por ejemplo, “precio de $500, pero sale $300” o se puede expresar “50% de descuento en productos seleccionados”). Sin embargo, como mencioné, esto no ocurre y es un desafío para los consumidores interpretar de manera correcta los beneficios para no caer en la trampa de gastar innecesariamente.

Una guía para las promociones

Suelen verse como cálculos sencillos, aunque a la hora de seleccionar una promoción debemos considerar una serie de cuestiones tales como la cantidad de productos a comprar (aquí también analizar la fecha de vencimiento), el dinero que pretendemos gastar o el precio de ese producto en otras cadenas o negocios ya que hay ocasiones en que en puede ser menor, sin la necesidad de comprar más de una unidad.

Analizando las ofertas, tenemos dos tipos que se dan más de manera cotidiana:

  • Las unidades gratis (2×1, 3×2, 5×4), que también pueden darse con productos distintos considerando como base de la promoción el de menor valor.
  • Descuentos en la segunda unidad, las cuales generalmente son descuentos “elevados” del 70% u 80% de “descuento”.

A continuación, vamos a exponer una tabla con el verdadero descuento de cada una de las promociones:

En este tipo de promociones, se cumple una regla a más productos se compren menor es el descuento. Si el producto A sale $100, un 2×1 significaría gastar $100 sobre un valor total de $200 (50% de descuento), un 3×2 sería $200 en vez de $300 (estamos ahorrando $100 en una compra de $300, en otra palabras, un 33% de descuento).

Para aquellas situaciones donde se usa para productos con distinto precio, se suele aclarar en letra chica que el que “se regala” es el más barato, lo que disminuye el beneficio. Por ejemplo, al llevar 3 camisas de $ 9.000, $ 8.000 y $ 7.000 se podrá abonar un total de $ 17.000 en vez de $24.000 o, en otros términos, $7000 menos que conlleva un beneficio del 29%.

Para estos casos, es claro que a más descuento más ahorro pero teniendo en cuenta que el porcentaje no es el que se expone sino la mitad. Por ello, un 60% de descuento en la segunda unidad, nos brinda un ahorro de $30 en un producto que sale $100 dado que estamos adquiriendo un artículo de $100 y otro de $40 (El total es $140 y el ahorro es de $60, un 30%).

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