El Gobierno nacional presentará en las próximas horas un nuevo paquete normativo destinado a permitir el uso formal de dólares no declarados, sin la necesidad de realizar un blanqueo tradicional, es decir, sin pasar por el Congreso. La comunicación oficial será realizada por el vocero presidencial Manuel Adorni en conferencia de prensa.
El objetivo es estimular el ingreso voluntario de divisas al sistema financiero, fomentando la confianza de los contribuyentes y evitando el temor a represalias futuras por parte de los organismos de control.
Según trascendió, el esquema permitiría realizar depósitos en cuentas en dólares mediante una simple declaración jurada, sumado a posibles incentivos fiscales para fomentar las transacciones en moneda extranjera. Esta “monetización endógena”, como la definen algunos funcionarios, apunta a dinamizar la economía sin modificar la legislación vigente.
El tributarista Sebastián Domínguez explicó a Noticias Argentinas que, al no poder modificarse la Ley del Impuesto a las Ganancias mediante decreto, los cambios se implementarían por vía reglamentaria a través de ARCA. En ese sentido, se prevé la eliminación de la justificación patrimonial y del detalle de bienes al 31 de diciembre, elementos clave en la actual fiscalización.
“En su máxima expresión, se eliminaría la obligación de detallar los bienes al cierre del año fiscal en la declaración jurada de Ganancias”, señaló Domínguez.
“La nueva declaración estaría centrada exclusivamente en las rentas, como sucede en países como Estados Unidos”, añadió.
Esto implicaría una transformación profunda en el modelo de control tributario argentino, ya que ARCA dejaría de contar con información detallada sobre bienes, consumos y activos, fundamentales para el cruce de datos y detección de inconsistencias.
Domínguez advirtió que “la contracara de esta simplificación es que ARCA perdería una herramienta clave de fiscalización, al resignar el seguimiento patrimonial de los contribuyentes”.
Actualmente, la justificación patrimonial es utilizada por ARCA como una herramienta esencial para cruzar ingresos, consumos y activos, permitiendo detectar inconsistencias y evasión. Su eliminación representaría una renuncia a una poderosa herramienta de fiscalización, pero permitiría formalizar capitales sin temor a inspecciones posteriores.
En paralelo, quienes estén adheridos al REIBP (Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales), o no superen el mínimo no imponible, ya no deberán declarar sus activos, según los lineamientos anticipados.
Para los expertos, esta reforma marca un antes y un después en el esquema fiscal argentino. Al centrar la declaración en la renta obtenida y dejar de exigir el detalle de bienes y consumos, se modifica la lógica del control tributario y se promueve un modelo de menor carga informativa.
No obstante, el impacto para ARCA es significativo: resignar la justificación patrimonial implica ceder capacidad de control, lo que podría generar tensiones futuras si no se compensa con nuevas herramientas de fiscalización selectiva o inteligencia fiscal.
Con este anuncio, el Gobierno apuesta a recuperar dólares paralelos, descomprimir la presión fiscal individual y reactivar la economía desde el circuito informal, sin necesidad de una ley de blanqueo. Un movimiento audaz, que reconfigura el equilibrio entre control y confianza en la relación fisco-contribuyente.
Aunque aún no se difundieron los textos normativos, el anuncio genera expectativas en sectores financieros y empresariales, que ven en esta medida una oportunidad para canalizar dólares “en negro” hacia la economía formal, en un contexto donde la confianza y la previsibilidad fiscal son factores clave para la inversión.
Con este esquema, el Ejecutivo busca una inyección de dólares sin costo político ni legislativo, abriendo una nueva etapa en la relación entre el fisco y los contribuyentes.