En un momento donde los mercados están tendientes a la baja y la inflación sigue su curso creciente, el plazo fijo se ha convertido en un instrumento atractivo para inversores conservadores.
En el sistema financiero se ofrecen dos variantes: el tradicional y el ajustado por UVA.
¿Qué tipos de plazo fijo existen?
Uno de ellos es el plazo fijo tradicional, como bien lo dice su nombre, es el típico que ofrecen los bancos y en el cual se deposita una suma de dinero y al final del período fijado se recibe el capital más los intereses.
El otro es el plazo fijo UVA, que es un activo que sigue a la inflación y deja una mínima ganancia por sobre ella. El plazo de inversión tiene un mínimo de 90 días, aunque existe un subtipo que es el “Plazo Fijo UVA Precancelable” que otorga la posibilidad de retirar el capital más los intereses en 30 días a una tasa prefijada, que generalmente es menor a la del plazo fijo tradicional y se conforma como una especie de cargo o “multa” por finalizar la inversión antes del período determinado.
El plazo fijo UVA
Como dijimos anteriormente, hay dos variantes de esta herramienta: El tradicional y el precancelable, donde la diferencia principal radica en que en este último a partir del día 30 el inversor puede retirar el monto y en consecuencia, al aplicar esa opción pierde el ajuste UVA y pasa a cobrar una tasa fija menor.
Ahora, cualquiera de los dos posee un funcionamiento similar ya que se centra en la UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), unidad cuya valuación asegura el seguimiento del índice de inflación. Es decir que lo que se invierte no son pesos, sino pesos convertidos a UVA.
Al contrario del plazo fijo convencional, en el plazo fijo UVA no podemos prever la inflación para los meses siguientes ni, por ende, el rendimiento que va a otorgar la inversión. Pero, si indagamos rendimientos pasados observamos que en los últimos tres meses el plazo fijo UVA rindió el 17,1% versus el 11,9% del plazo fijo tradicional. (Cabe aclarar una frase típica del mundo financiero, “rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros”).
A continuación vamos a dar un ejemplo numérico de cómo funciona el activo UVA:
- Tenemos $10.000 y decidimos constituir un plazo fijo UVA el 1 de julio y el valor de UVA de esa fecha es $50, es decir que, la inversión a 90 días es de 200 UVA a 1% de tasa
- Valor de UVA al final del periodo $53.
- Interés: 0,49 UVA (Es el producto del 1% anual de tasa dividido 365 días, los 90 días y el capital de 200 UVA)
- Capital al final: 200,49 UVA que cotizan a $53. El total en pesos es de $10.625,97 y la ganancia en esa moneda es de $625,97.
La tasa nominal anual y la tasa efectiva anual ¿Qué son?
Al hablar de estos instrumentos, es inevitable brindar una pequeña explicación de la tasa nominal y la tasa efectiva ya que muchas veces son conceptos que se nombran en redes sociales y medios de comunicación.
Antes de explicar esto es necesario aclarar que la tasa nominal de los plazos fijos tradicionales, a la fecha de este artículo, es fijada por el BCRA y es del 48% anual. Sin embargo, se están observando casos donde los bancos están ofreciendo un rendimiento menor y por este motivo, siempre es conveniente constituir la inversión en aquella entidad que cumpla con la normativa y otorgue la rentabilidad fijada por el organismo de contralor.
Para comprender la diferencia, vamos a definir tres conceptos y dar un ejemplo:
- Tasa Nominal Anual (TNA): es un valor de referencia que se utiliza para las operaciones financieras. Indica el porcentaje de interés que se cobrará o pagará por un producto, en un plazo de un año sin períodos de capitalización intermedio.
- Capitalización: Es la modificación de una suma inicial de dinero debido a la acción del tiempo y la tasa de interés. En otras palabras, si decidimos reinvertir los interese que hemos ganado por el plazo fijo, estamos capitalizando.
- Tasa Efectiva Anual (TEA): Se calcula teniendo en cuenta la ganancia que podes obtener si reinvertís los intereses que generas con tu plazo fijo.
Ejemplo: Si la tasa nominal es del 48% y tenemos un capital de $100.000. Si coloco el plazo fijo un año de corrido, es decir sin capitalizar los intereses, el monto final es de $148.000. En cambio, si decidimos hacer mensualmente el plazo fijo y reinvertir los intereses, en el transcurso de un año el capital final será de 159.177,77 (considerando un año de 360 días).