Un número que habitualmente observamos junto con las cotizaciones de los distintos dólares en medios y redes sociales. Creado en la década del 90 para señalar eventuales peligros, siempre fue protagonista en las crisis económicas argentinas. ¿Qué significa? ¿Cómo se calcula y quién lo hace? Son algunas de las preguntas que intentaremos responder en esta nota.
Una referencia para deudores y acreedores
El riesgo país es, como su nombre lo indica, una medida del riesgo financiero asociado a un país y que se calcula a partir de la probabilidad de que un país no cumpla con sus obligaciones financieras, tales como la deuda externa o los pagos de intereses. Es un indicador importante para los inversores, los bancos y los prestamistas ya que muestra la seguridad de sus inversiones o créditos en ese territorio.
El índice establece cuánto más de interés (sobretasa) deben pagar los títulos de deuda de un país por encima de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU, que es el punto de referencia debido a su menor riesgo. Así, se determina que tasa de interés se paga al emitir deuda en el exterior tanto para el sector público (Nación, provincias y municipios) como para el privado (empresas de cualquier rubro).
Hay varios factores que pueden afectarlo. Algunos de ellos incluyen la estabilidad política, la economía y el crecimiento, la inflación y el endeudamiento. A saber, un país con una economía sólida y estabilidad política tendrá un riesgo país más bajo que un país con una economía débil y conflictos políticos frecuentes.
Y entre más alto sea el dígito, peor es la calificación y más alta será la tasa de interés que los deudores o potenciales emisores de deuda pertenecientes a un país tendrán que abonar por sus préstamos en los mercados internacionales. Cuestión que repercute negativamente en la llegada de inversiones a largo plazo o en las necesidades de financiamiento.
¿Quién lo mide y cómo se lee?
El más famoso es elaborado por JP Morgan, uno de los bancos más importantes de EE.UU. El nombre técnico del índice es EMBI+ (Emerging Bond Index Plus, o en otras palabras, Indicador de Bonos de Mercados Emergentes), el cual sigue de cerca el movimiento de los títulos de deuda y se actualiza con frecuencia todas las jornadas. Allí, se expone el rendimiento de los países emergentes, tal como es el caso de Argentina, comparándolo, como mencionamos, con los bonos de similar duración emitidos por el Tesoro de los Estados Unidos, los cuales poseen una «tasa libre de riesgo” dado que el mercado estima que no hay posibilidad de una falta de pago.
Cabe aclarar que otras calificadoras también preparan su propio índice, como por ejemplo Standard &Poor’s, Moodys y Fitch. Además, hay organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que analizan criterios similares.
Al ser una estadística multifactorial, o en otras palabras, un número que considera y analiza campos sociales, políticos, económicos y financieros y datos provistos por entidades del gobierno y privadas, es complejo de calcular y no es el objetivo de esta nota explicar cómo se llega al resultado. Sin embargo, interpretarlo ayuda a entender un poco más la economía.
El riesgo país se mide en puntos básicos. Por ejemplo, si en el país A hay 200 puntos básicos, significa que deberá pagar una tasa de interés del 2% adicional a la que posee un bono del tesoro estadounidense. O, en el país B la cifra es de 1000 puntos básicos, el incremento será del 10%.
Yendo a un caso real, en junio de 2022 un bono del Tesoro de los EE.UU. a diez años rendía 1,6%, que eran 160 puntos básicos. Y a esta suma se le agregaba los aproximadamente 1820 puntos básicos del riesgo país argentino de ese entonces, llegábamos a un total de 1980 puntos básicos o, una tasa de 19,8% en dólares.