En el día de ayer lanzamos una encuesta a través de Twitter para conocer como viene el volumen de presentaciones a la fecha teniendo en cuenta los próximos vencimientos de Ganancias y Bienes Personales.
En una de las preguntas se consultó a los colegas «¿Qué porcentaje de DDJJ anuales pudiste presentar del total de clientes a hoy?».
Con un total de 1509 votos, el 75% de los encuestados dijo haber presentado menos del 25% del total de declaraciones juradas por presentar de sus clientes.
Es indudable que es necesario que el fisco prorrogue los plazos de vencimiento de las declaraciones juradas anuales al mes de julio teniendo en cuenta principalmente la puesta a disposición sobre la hora de los aplicativos, los cual aún hoy siguen con muchas deficiencias y problemas.
El 14% indicó que presentó menos del 50% y el restante 11% admitió que pudo presentar más de la mitad de las declaraciones juradas.
En la segunda pregunta se consultó «¿Cuál fue el principal obstáculo a la hora de presentar las DDJJ a AFIP?».
La respuesta más elegida fue por la acumulación de vencimientos con un 54% del total de 989 votos, siguiendo la puesta a disposición tardía de los aplicativos con un 21%, el mal funcionamiento de la página de AFIP con un 19% y el restante 6% dijo no haber podido presentar por culpa de los errores en los aplicativos.
Es indudable que es necesario que el fisco prorrogue los plazos de vencimiento de las declaraciones juradas anuales al mes de julio teniendo en cuenta principalmente la puesta a disposición sobre la hora de los aplicativos, los cual aún hoy siguen con muchas deficiencias y problemas.
Se debe lograr que el vencimiento sea a 60 días contados desde la fecha en que se habilitan los aplicativos funcionando correctamente. Esta tarea, no fácil por supuesto, deberá ser llevada a cabo por los Consejos y la Federación, negociar en pos de este «beneficio» que necesitamos a futuro.
La acumulación de trabajo a causa de la enorme cantidad de información que requiere AFIP, la cual muchas veces es duplicada e inútil, nos lleva a tener que soportar esta sobrecarga de la cual nosotros mismos somos los encargados de poder aliviar.
Alguna vez seguro se preguntaron porqué siempre las prórrogas salen a último momento. Pues la respuesta no los sorprenderá y es porque AFIP controla el porcentaje de presentaciones realizadas a tal fecha y si ese número está dentro de sus parámetros “normales” no se justifica la prórroga.
Por eso es fundamental no normalizar el trabajo a deshoras, es importante tener en cuenta esto para que jerarquicemos nuestra profesión.
La solución es tan simple como difícil de implementar de modo masivo: basta de trabajar de madrugada, de noche, feriados y fines de semana para cumplir. La única forma de resolver estos problemas es a partir del día que nos pongamos de acuerdo en trabajar para la AFIP solamente en días y horas hábiles.
Si no se llegan con las presentaciones, a mediano plazo AFIP deberá actuar al respecto y empezar a limitar sus requerimientos y de una vez por todas deberá dejar de trasladarnos su ineficiencia y su inoperancia a nosotros.
Así, si quitamos horas de trabajo para dedicarlas al ocio o a nuestros hobbies, o también porque no, a otros trabajos que no tengan que ver con AFIP, será evidente la sobrecarga de trabajo y se deberán tomar medidas al respecto.
¿Cuántas veces hemos leído o escuchado la frase «somos esclavos de AFIP»? Y creo que ahí es donde se debe cambiar el paradigma del contador y la mentalidad a la hora de enfrentar nuestro día a día laboral. Nadie puede decirnos cuantas horas dedicar al trabajo, solo nosotros somos dueños de eso, por algo somos PROFESIONALES INDEPENDIENTES.
Empecemos a reemplazar tiempo de trabajo por horas de descanso, por compartir momentos con nuestras familias y amigos/as, eso es lo que necesitamos hacer. Si no se llegan con las presentaciones, a mediano plazo AFIP deberá actuar al respecto y empezar a limitar sus requerimientos y de una vez por todas deberá dejar de trasladarnos su ineficiencia y su inoperancia a nosotros.
Jerarquizar la profesión empieza por cada uno de nosotros. No le demos el gusto de trabajar para ellos cuando ellos quieren. Nosotros debemos imponer nuestras formas, solo así podremos salir adelante, demostrando que no somos sumisos ni esclavos, somos profesionales.
