Estas consisten en una serie de flexibilizaciones que tendrán como objetivo mantener activo el canal del crédito a un sector dinamizador de la actividad económica y reducir el nivel de las tasas de interés aplicadas a las mipymes, sosteniendo a la vez los criterios prudenciales vigentes para el correcto funcionamiento del sistema financiero.
Las medidas dispuestas por el BCRA son las siguientes:
– Flexibilización de capitales mínimos: en la actualidad, los bancos deben conservar $6 por cada $100 otorgados a mipymes en créditos inferiores a $10 millones. Este último límite será extendido a $30 millones, de manera de incentivar a los bancos a otorgar préstamos que hoy requieren exigencias mayores. Esta decisión se adecúa a los estándares internacionales recomendados por el Comité de Basilea.
– Redireccionamiento de encajes: los bancos podrán utilizar los fondos provenientes de franquicias de encajes para aplicarlos a líneas crediticias destinadas a las mipymes y al plan “Ahora 12” y sus complementarios. La medida no implica ningún cambio en los porcentajes vigentes de integración de efectivo mínimo y tendrá un efecto monetario neutro.
– Descuento de cheques: se elimina el tope vigente del 15% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) para considerar garantía preferida al descuento de documentos. De este modo, los bancos podrán aplicar menores previsiones a esta clase de operaciones y, por su parte, las mipymes tendrán más facilidades para acceder al crédito. Esta flexibilización, a su vez, no modifica la normativa prudencial de fraccionamiento y graduación del crédito destinada a reducir los riesgos para las entidades.
Las disposiciones del BCRA están contempladas en la Comunicación A 6531 y entrarán en vigencia el próximo 1 de julio.