El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó este miércoles que la reforma tributaria en la que trabaja el Gobierno incluirá una reducción del Impuesto a las Ganancias para personas físicas.
Durante su exposición en el Ciclo de Coyuntura de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el funcionario aseguró que el nuevo esquema “va a favorecer a todos: Nación, provincias, empresarios y a la gente”.
“Vamos a un esquema de simplificación y de menores impuestos, donde habrá una baja de Ganancias para los individuos y un incentivo muy grande para que se desarrolle el mercado de capitales”, afirmó Caputo.
El ministro subrayó que el objetivo del Ejecutivo es “sacarle el pie de encima a la gente y fomentar el ahorro interno”, en línea con el compromiso del presidente Javier Milei de enviar al Congreso antes de fin de año una reforma tributaria estructural.
Entre los ejes de la reforma se destacan:
De acuerdo a fuentes oficiales citadas por Infobae, el proyecto está siendo redactado por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, con colaboración de Liban Kusa, experto tributario y referente técnico cercano al presidente Milei.
La iniciativa fue anunciada por el propio mandatario durante la cadena nacional de diciembre de 2024, como parte de su compromiso de reordenamiento fiscal, desregulación y alivio tributario.
Según Caputo, el proyecto busca simplificar el sistema impositivo, reducir la presión fiscal y eliminar gravámenes considerados distorsivos.
Entre los ejes mencionados, destacó la baja de dos puntos y medio en impuestos no coparticipables, la eliminación de retenciones para economías regionales y la revisión de tributos como Ingresos Brutos, al que definió como “el peor de los impuestos” por su impacto en la actividad de las pymes.
“Los gobernadores tienen claro que Ingresos Brutos es el más distorsivo, pero en muchas provincias representa hasta el 80% de sus recursos. Por eso la reforma es necesaria para poder reducirlo de manera gradual”, explicó.
Para abordar esa problemática, el proyecto prevé mecanismos de compensación fiscal y un camino gradual de eliminación de tributos distorsivos, como impuesto al cheque, retenciones y los saldos a favor de IIBB que asfixian a las pymes.
Según datos de la Unión Industrial Argentina (UIA), las provincias mantienen saldos a favor por más de $54.000 millones con las empresas, muchos de ellos sin posibilidad de recupero.
El Impuesto a las Ganancias fue modificado por la Ley 27.743, que derogó el régimen cedular impulsado por la gestión anterior y restableció el mínimo no imponible y las deducciones.
Desde julio, los asalariados solteros tributan a partir de un sueldo bruto de $2.624.280, mientras que los casados con dos hijos lo hacen desde $3.453.000. Estos valores se actualizan semestralmente por IPC, mecanismo que se mantendrá hasta la entrada en vigor de la reforma.
Caputo adelantó que el nuevo esquema “va a generar un alivio real en el bolsillo de los trabajadores” y será acompañado de incentivos para que el ahorro y la inversión se canalicen en el sector privado.
La reforma buscaría elevar mínimos, reducir alícuotas y simplificar el cálculo, lo que generaría un alivio directo para trabajadores en relación de dependencia, autónomos y jubilados.
En Córdoba, el ministro ratificó que tras las elecciones legislativas comenzará “la etapa de las reformas de segunda generación”, orientadas a desregular la economía y generar previsibilidad.
Entre ellas, mencionó la reforma laboral, destinada a modernizar las relaciones de trabajo y reducir los costos de litigiosidad: “Una pyme no puede desaparecer por un juicio laboral”, afirmó.
Además, destacó que “Argentina tiene hoy un Banco Central muy bien capitalizado y fundamentos sólidos”, por lo que no habrá modificaciones en el esquema cambiario.
Caputo pidió “mayor gobernabilidad” para sostener el rumbo del programa económico y advirtió que “el mundo está mirando a la Argentina y quiere ver que la gente revalide este curso”.
El titular de Economía también valoró el respaldo financiero de Estados Unidos, al que definió como “un soporte que no tiene ningún otro país del mundo”.
“Estamos haciendo las reformas que nadie se animó a hacer en 120 años”, sentenció.
Caputo subrayó que la implementación de la reforma estará atada a la correlación de fuerzas legislativas: “Hoy creo que estas elecciones de medio término son más importantes que las presidenciales de 2027”, advirtió.
También aseguró que, más allá del resultado electoral, se mantendrá el actual esquema de bandas cambiarias, respaldado por un Banco Central capitalizado y un tipo de cambio “absolutamente razonable”.