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Impuestos Laboral y Previsión Social
Monotributo: por qué mantener el componente de salud es clave para millones
En una columna de opinión, Pablo Fontau destaca al Monotributo como una herramienta esencial para la formalización laboral, con impacto directo en la cobertura de salud de más de 4,6 millones de personas. Argumenta por qué su componente obligatorio en salud debe mantenerse.
Por: M.F.
Fecha de publicación: 10/12/2025 13:03 Hs.
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Pablo Fontau, ejecutivo con más de 20 años de experiencia en el sistema de salud y actual gerente en OSDEPYM, expone una mirada integral sobre el impacto sanitario, económico y social del Monotributo. Y por qué su componente de salud es innegociable.

En un país donde la economía independiente representa casi una cuarta parte de los ocupados, el monotributo ofrece una solución concreta: formalizando el trabajo independiente, sin burocracia y con un costo accesible. De esta manera, se convierte en un puente entre la libertad de emprender y la seguridad de estar protegido.

El Monotributo en cifras, dispersando cualquier duda sobre el impacto positivo que implica el régimen

Los datos oficiales muestran un creciente protagonismo, una expansión sostenida en la que se observa que los monotributistas comunes aumentaron 2,3% interanual, un predominio entre independiente ya que representan el 77,3% de los trabajadores no asalariados, consolidando su rol central en este segmento generando un peso relevante en el empleo total, los 2,16 millones de monotributistas constituyen un porcentaje importante de los 12,84 millones de trabajadores registrados en el país. Lo que implica que dicho régimen protege a más de 5 millones de personas con una cobertura extendida y completa en cuanto a servicios de salud.

Si pensamos en un camino hacia la formalidad de un modo equilibrado, en este momento debemos contemplar que dentro de la población ocupada, según la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC la tasa de informalidad fue de 43,2%. El 72,4% de los ocupados son asalariados; de ellos el 37,7% no cuenta con descuento jubilatorio, es decir, son informales. Dentro de los asalariados informales, el 15,7% realiza aportes propios. Por otra parte, el 23,7% de la población ocupada trabaja por cuenta propia, el 3,5% son empleadores y el 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración

Resulta entonces que del mercado laboral el 23,7% de los ocupados son independientes, y este régimen ofrece una transición ordenada hacia la seguridad social, fortaleciendo la inclusión y la estabilidad.

El monotributo no solo formaliza, sino que también democratiza el acceso a la salud y la jubilación, permitiendo que trabajadores de todos los sectores -profesionales, comerciantes, emprendedores - puedan integrarse al sistema contributivo sin barreras económicas ni administrativas.

El Impacto Sanitario: Salud para millones

El aporte más significativo del monotributo es su integración con el sistema de salud. Cada titular puede incorporar a su grupo familiar, lo que amplía la cobertura a millones de personas. Este acceso garantiza prestaciones médicas, rehabilitación, medicamentos, tanto habituales como de alto precio y para cobertura de enfermedades huerfanas, asegurando continuidad en tratamientos y calidad de vida. La magnitud de esta cobertura es notable: millones de argentinos acceden a salud privada a través del monotributo.

Al mismo tiempo el monotributo cumple un rol estratégico en la protección de poblaciones con mayores necesidades sanitarias. Para las personas con discapacidad, garantiza a través de las obras sociales cobertura integral de las prestaciones necesarias, sean básicas o complejas.

Este componente inclusivo convierte al monotributo en una herramienta de equidad, que asegura que la libertad de trabajar por cuenta propia no implique renunciar a derechos esenciales.

Un régimen que fortalece la libertad  y la competencia en el mercado laboral

El monotributo es el régimen que más libertad otorga con autonomía plena y con la seguridad de estar protegido.

La Obligatoriedad del Componente de Salud en el Monotributo: Un Enfoque Solidario y de Riesgo Compartido

Solidaridad y Riesgo Compartido: La esencia de un sistema de salud dentro del Monotributo radica en la solidaridad entre los contribuyentes. Al ser obligatorio, se asegura que tanto los sanos como los enfermos, los jóvenes como los ancianos, contribuyan al fondo común. Esto permite que el riesgo no recaiga únicamente en aquellos que están enfermos o son más propensos a necesitar atención médica, sino que se distribuye de manera equitativa entre todos los afiliados. De esta manera, se logra una mayor estabilidad financiera del sistema y se garantiza la cobertura para aquellos que más lo necesitan.        

Una historia de millones

Detrás de cada estadística del Monotributo hay una persona. Detrás de los 2,3 millones de cotizantes hay 2,3 millones de historias: de profesionales que pudieron formalizar su ejercicio, de emprendedores que accedieron al mercado formal, de trabajadores que perdieron empleos pero mantuvieron protección social, de jóvenes que iniciaron actividades sin enfrentar barreras insuperables.

Detrás de los 4,6 millones de personas con cobertura de salud hay familias protegidas, enfermedades tratadas, medicamentos accesibles, estudios diagnósticos realizados. Hay niños vacunados, adultos mayores medicados, emergencias atendidas.

El Monotributo no es perfecto. Ningún régimen tributario lo es. Pero funciona. Cumple su propósito de facilitar la formalización masiva sin sacrificar la protección social básica. Y en una Argentina caracterizada por profundas desigualdades y vulnerabilidades estructurales, un régimen que funciona para millones de personas no es poco: es, literalmente, invaluable.

Mantener el componente de salud dentro del monotributo es una condición estratégica para la sostenibilidad del sistema en su conjunto. Su eliminación implicaría que el Estado deba absorber de manera masiva a millones de personas que hoy cuentan con cobertura privada, lo que generaría un aumento abrupto del gasto público y una presión insostenible sobre hospitales y programas estatales ya exigidos La obligatoriedad, entonces, no es una carga burocrática, es el mecanismo que asegura equilibrio fiscal, evita la saturación del sistema público y protege de manera directa la salud del monotributista y su familia, garantizando continuidad y equidad en el acceso a prestaciones esenciales.

Pablo Fontau

Si bien actualmente se desempeña como Gerente Ejecutivo de Gestión Comercial en la Obra Social de Empresarios, Profesionales y Monotributistas (OSDEPYM), su opinión se basa en sus más de 20 años de experiencia en empresas de salud y en el desarrollo de proyectos comerciales ligados al Monotributo, lo cual aporta una base sólida para exponer sus consideraciones sobre el régimen, y fundamentalmente en lo relacionado al impacto vinculado a la Salud.


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