El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el Índice de precios al consumidor (IPC) registró en noviembre una suba de 2,5% a nivel nacional. Con este dato, la inflación acumula 27,9% en los primeros once meses del año y se ubica en 31,4% frente al mismo mes de 2024, consolidando la desaceleración respecto del pico de diciembre del año pasado.
El nivel general del IPC registró en noviembre de 2025 un aumento de 2,5% respecto de octubre. Con este dato, la inflación acumulada desde diciembre de 2024 alcanza 27,9%, en tanto que la variación interanual se ubica en 31,4%, muy por debajo del 117,8% que se observaba en diciembre del año pasado según la serie de variaciones interanuales incluida en el informe publicado por el INDEC.
Entre las doce divisiones que componen la canasta, la mayor suba mensual correspondió a “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (3,4%), impulsada por ajustes en tarifas de servicios públicos y alquileres. Le siguió Transporte (3,0%), donde incidieron tanto los aumentos en combustibles y lubricantes como en el transporte público de pasajeros.
La división “Alimentos y bebidas no alcohólicas” registró una suba de 2,8% a nivel nacional, pero fue la que más aportó a la variación del índice general en casi todas las regiones, de acuerdo con las incidencias por división publicadas en los cuadros 7 a 9. Dentro de este rubro, el propio Indec destaca la dinámica de carnes, frutas y azúcar, que explican buena parte del movimiento de la canasta básica.
Del lado opuesto, las menores variaciones se observaron en “Equipamiento y mantenimiento del hogar” (1,1%) y en “Prendas de vestir y calzado” (0,5%), esta última con valores incluso negativos en algunas regiones como Patagonia, lo que contribuyó a moderar el índice general. También se registraron subas más acotadas en “Bebidas alcohólicas y tabaco” (1,2%) y en “Recreación y cultura” (2,2%).
Si se analiza el IPC por tipo de bien, los bienes mostraron una variación mensual de 2,3%, mientras que los servicios aumentaron 2,9%, reflejando el peso de tarifas reguladas, educación y servicios varios en la estructura de gasto de los hogares. En términos acumulados desde diciembre, los bienes suben 23,4% y los servicios 38,4%, lo que indica que la corrección de precios relativos todavía está más concentrada en servicios.
En la clasificación por categorías, que agrupa a los productos en Regulados, IPC núcleo y Estacionales, los precios regulados lideraron el aumento de noviembre con 2,9%, impulsados por ajustes en energía, transporte y servicios de salud y educación. El IPC núcleo, que excluye bienes y servicios estacionales y regulados y suele usarse como referencia de la tendencia subyacente de la inflación, avanzó 2,6%, apenas por encima del nivel general. Los precios estacionales se movieron solo 0,4%, moderando el índice en un mes donde algunos productos frescos tuvieron bajas.
Por región, el IPC de GBA –la de mayor peso en el índice nacional– mostró un incremento de 2,5%, en línea con el promedio del país. La región Cuyo registró la mayor variación con 2,8%, mientras que Noreste y Patagonia anotaron los menores aumentos, ambos con 2,3%. La Pampeana y el Noroeste se ubicaron en 2,5% y 2,4%, respectivamente, de acuerdo con el gráfico de variaciones mensuales por región del informe.
En términos interanuales, todas las divisiones superan el 20% de variación, con picos en Educación, que acumula entre 55% y más de 80% según la región, y en Restaurantes y hoteles, donde las variaciones se ubican por encima del 40% anual. También se destacan los incrementos en Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con subas interanuales superiores al 40% a nivel nacional y superiores al 60% en Patagonia, reflejando la corrección de tarifarios y alquileres.
El detalle de precios promedio para el GBA permite ilustrar cómo se trasladan estas variaciones a productos concretos. Entre las carnes, el asado pasó a costar en promedio $13.304,75 el kilo, con un salto de 13% en un mes, mientras que la carne picada común aumentó 9,5% y la nalga 10,2%. En frutas y verduras, la manzana deliciosa subió 19,2%, el limón 30,4% y la papa 13,5%, en tanto que el tomate redondo registró una fuerte baja de 26,5%, contribuyendo a moderar el subíndice de verduras, tubérculos y legumbres.
Otros productos de consumo masivo mostraron incrementos más moderados pero generalizados: el pan francés tipo flauta subió 1,1%, la harina de trigo común 2,8%, el aceite de girasol 3,4% y la azúcar 1,5%. En bebidas, las gaseosas base cola aumentaron 6,0% y la cerveza en botella 3,1%, mientras que la leche fresca entera en sachet registró una baja de 1,9% y el yogur firme cayó 1,8%, aliviando parcialmente el rubro lácteos.
El informe también recuerda que la canasta del IPC se construye a partir de más de 320.000 precios relevados mensualmente en 39 aglomerados urbanos de todo el país, agrupados en seis regiones estadísticas. Sobre esa base se calcula el índice nacional y los índices regionales, aplicando ponderaciones que reflejan el patrón de consumo de los hogares de cada zona geográfica.
Con el dato de noviembre, el Gobierno llega al cierre del año con una inflación que, aunque todavía elevada en términos históricos, muestra una marcada desaceleración respecto de 2024, lo que será clave para las próximas discusiones paritarias, la actualización de contratos indexados por IPC y la definición de políticas de ingresos y tarifas para 2026.